Para introducirnos al término de
violencia neuronal, el escritor nos expone como ejemplo la época viral que tuvo
lugar en el siglo pasado, ahí las enfermedades emblemáticas eran de origen bacterial,
tales como la gripe. Estas fueron dejadas atrás gracias a la técnica inmunológica,
que se encarga de repeler lo extraño. Y así mismo esta inmunología se manifestó
en la sociedad, la cual se resistía a lo extraño aunque esto no presentara
ninguna intención negativa.
En cambio, esta otredad y extrañeza ha
ido desapareciendo desde los últimos años, y ha sido cambiada por la diferencia,
la cual no causa ninguna reacción inmunológica. Así, estas enfermedades bacteriales
que se veían protegidas por este sistema inmunológico pasan a ser de carácter neuronal
tales como la depresión, la hiperactividad o los trastornos de personalidad.
Estas no eran causadas por un exceso
de negatividad, sino, un exceso de positividad. De este modo, la violencia neuronal
es causada por un exceso de
positivismo que va desde la superproducción o el superrendimiento. De hecho, la
violencia neuronal consiste en una violencia interna en el sistema, que representan
un colapso del yo interno debido al sobrecalentamiento por la sobreabundancia
de lo positivo.
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